Estimulación temprana. ¿Moda o necesidad?

Mi bebé ha nacido, nos hemos preparado mucho para su llegada. Tomamos cursos, compramos todo lo necesario para atenderlo, hemos leído muchos libros, recibimos los mejores tratamientos médicos y ahora ¿qué sigue?

¿Debo llevarlo a clases de estimulación para cumplir con los requisitos de ser unos buenos padres?

La verdad es que el bebé no necesita ir a la “escuela de bebés” para tener un mejor desarrollo. Así como no necesita juguetes caros o productos de última moda. Lo que tu bebé necesita es cercanía con mamá y papá, es un fuerte lazo afectivo, es saberse amado.

Además de brindarle el mejor alimento del mercado, los meses reglamentarios de lactancia y la higiene necesaria para que esté sano y limpio. Es importante que tu bebé se sepa amado. Amarlo es vivir con él momentos de alegría y risas, momentos de paz y armonía. Darle caricias, jugar con él, mirarlo a los ojos, observarlo y dejarlo ser, admirarlo por ser quien es. Gozar de su presencia y saber que no hay nada más importante en ese momento que ayudarlo a desarrollarse. Amar a tu bebé es darle orden, estructura, reglas y límites.

 Es respetarlo en su etapa y respetarte a ti en la tuya.

Es por ello que las verdaderas clases de estimulación para bebés, en esta nueva era de la humanidad, deben de ser integrales, respetuosas a la naturaleza de cada pequeño, personalizadas a cada familia y enfocadas a lo más natural, sencillo y armonioso.

Sólo deberás asistir a sesiones de estimulación para conocer más sobre tu propio hijo, para aprender a presentarle los medios adecuados para que se desarrolle de manera natural, a su propio ritmo y con libertad. Pero los ejercicios más valiosos son los que haces en casa, dedicándole el tiempo sólo a él.

La única y verdadera estimulación es la que mamá y papá le dan a diario en cada momento del día, mirándolo, aceptándolo, amándolo y dándole la libertad para sentir, oler, observar, probar, escuchar y experimentar su maravilloso mundo y conocer así sus grandes capacidades, únicas y personales. Todo aquello que le permitirá ser un ser humano pleno y feliz.

Un artículo de:
Mtra. Alejandra Reveles
Licenciatura en Pedagogía por la Universidad Panamericana.

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